Es una sensación única, relajante y tranquilizante. Para un baño de lavanda, solo tienes que añadir las flores secas de lavanda al agua (unos 100 g) o si utilizas aceite esencial de la planta, entre 6 y 7 gotas. Algo tan sencillo como vaporizar tu almohada con nuestra bruma hará que el momento de acostarse sea único.